miércoles, 26 de marzo de 2014

En tiempos de tribulación... mudanza fiscal?

San Ignacio de Loyola aconsejaba no hacer mudanza en tiempos de tribulación. No seré yo quien contradiga tan prudente -y por tanto sabio- consejo... sino que más bien abro una puerta al debate de la "excepción que confirme la regla".

Empecemos precisando que he dicho "tribulación" que tiene dos acepciones en el diccionario de la Real Academia: 1.- Congoja, pena, tormento o aflicción moral; 2.- Persecución o adversidad que padece el hombre.

Seguidamente, pasando al objeto principal de este blog que ahora inauguramos, debería precisar que "tribuLación" es algo diferente a "tribuTación", pero resulta que revisando las acepciones del diccionario respecto de lo primero... bueno, que cada uno saque sus propias conclusiones.

Lo cierto es que en estos tiempos que corren, observamos como se incrementa la presión fiscal en España -sin conseguir incrementar la recaudación, que eso es otro cantar-. Al mismo tiempo, en el mundo parece haber una tendencia a una bajada nominal -como la que nos proponen ahora en España los miembros de la Comisión Lagares-, pero con cierta "letra pequeña", y es que se circunscribe a los tipos de los tributos directos, trasladándose a los indirectos y "otros", al tiempo que se tratan de incrementar las base en todo caso. Todo ello, en todo caso, a base de un obsesivo incremento del control de las actividades y transacciones, de la obtención de intercambio de información a nivel global...

No es aún momento de entrar en detalles, tiempo habrá. Por el momento solamente quiero lanzar el desafío: ¿ha llegado el momento de plantear las mudanzas tributarias?

Me refiero tanto a los contribuyentes como a las Administraciones, cada uno desde su posición de partida -con sus tribulaciones particulares-, y según el destino que se quieran fijar. El elemento común es que ambos se encuentran con un entorno diferente y cambiante. Pero la causa de ese cambio no es el propio sistema tributario y su aplicación, sino que estos cambios son una consecuencia de los cambios reales, el mundo ha cambiado, y seguirá cambiando... Si el entorno es diferente, ¿por qué planteamos los cambios bajo los mismos paradigmas? ¿no será hora de plantearse el cambio?

De esto también intentaremos hablar -y debatir- a través de este nuevo blog, no sé si conseguiremos influir ¡pero nos vamos a divertir!